Crisis con Argelia

Seguridad Nacional avisó a Sánchez de la «presión migratoria» de Argelia 10 días antes de rendirse a Rabat

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El papel de Argelia es clave en la gestión de los flujos migratorios que llegan a nuestro país y la preocupación es evidente. Este miércoles, horas antes de que el Gobierno argelino anunciase la ruptura del Tratado de Amistad con España, llegaban a Baleares seis pateras con 113 inmigrantes procedentes de este país. La mayor cifra diaria en lo que va de año. Lo cierto es que el Gobierno español es consciente de lo que significa la ruptura de la colaboración en materia migratoria. Incluso en marzo, días antes de que Sánchez remitiese la carta a Mohamed VI en la que le comunicaba el giro sobre el Sáhara -un volantazo a 40 años de política exterior- Seguridad Nacional alertaba de la importante «presión migratoria» argelina.

El departamento, adscrito a la Presidencia del Gobierno, lo recoge en el informe correspondiente a 2021, que fue aprobado en marzo de este año. En concreto, en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional que se celebró el día 4 de ese mes. Sólo diez días después, Sánchez remitía su misiva al Rey marroquí en la que le informaba del cambio en la posición histórica sobre el Sáhara, reconociendo la propuesta de autonomía de Marruecos para la ex colonia española como «la base más seria, creíble y realista».

En el informe de Seguridad Nacional se advierte de que, según lo observado el año pasado, «la acción de contención llevada a cabo por las fuerzas de seguridad marroquíes al norte del país ha desplazado la presión migratoria, por un lado, hacia Argelia; y, por otro, hacia las costas del sur de Marruecos y del Sáhara Occidental, origen de un significativo número de inmigrantes, tanto marroquíes como nacionales de distintos países subsaharianos». Argelia se convertía así en un polvorín para la inmigración. Hasta ahora, el país ha presumido de contener las salidas hacia España.

En este contexto, recoge el informe, «las principales nacionalidades de los inmigrantes que llegaron a España corresponden -por este orden— a Marruecos, Argelia, Mali, Costa de Marfil, Senegal y República de Guinea (Conakry)». Los inmigrantes que llegan a Europa por la llamada ruta occidental, con 41.632 entradas el año pasado, proceden fundamentalmente de «las costas de Argelia, Marruecos y el Sáhara Occidental».

«Reto»

Así, Seguridad Nacional avisa de que «para España el principal reto es disminuir la presión migratoria en las rutas del Atlántico y del Mediterráneo Occidental, a través de la cooperación bilateral con los países de origen y tránsito de la migración».

La decisión adoptada por Argelia de suspender la relación con España ya ha tenido como primera consecuencia la congelación de las operaciones bancarias relacionadas con el comercio exterior de productos y servicios con España. Pero podría tener un impacto relevante en la cuestión migratoria. Como explican fuentes policiales a OKDIARIO: «Argelia ya ha conseguido consolidar una ruta estable con Baleares». Los policías especializados en vigilancia de fronteras e inmigración ilegal auguran un verano intenso en lo que a tráfico ilegal de personas se refiere en toda Europa que, inevitablemente, impacta de lleno en España.

La ruptura del Acuerdo de Amistad supone dejar en suspenso la colaboración en cuestiones tan relevantes como la inmigración, el tráfico de personas o la cooperación antiterrorista. Cabe recordar que desde el 30 de marzo, Argelia ha interrumpido la repatriación de sus nacionales en situación irregular, que no han podido ser devueltos por las autoridades españolas.

Lo cierto es que, en los últimos años, el incremento de la llegada de inmigrantes argelinos es una realidad. Hasta el momento -al contrario que Marruecos- este país ha evitado usar la inmigración como estrategia de presión a España. Las fuerzas argelinas han presumido de frustrar centenares de intentos de inmigración clandestina. Queda por ver si, a partir de ahora, seguirá siendo así.

El Gobierno español, mientras, recalca que Argelia no ha roto el Tratado de Amistad con España, sino que lo ha suspendido y confía en superar este choque cuanto antes, aunque ha avisado de que Exteriores estudia las consecuencias y dará una respuesta «firme» para defender los intereses comerciales españoles.

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